- 25% de las ventas globales de JLR provienen de EE. UU.
- El mercado estadounidense es fundamental para modelos como el Range Rover y el Land Rover Defender, que representan el 67.8% de las ventas totales.
A diferencia de BMW y Mercedes-Benz, que cuentan con fábricas en EE. UU., JLR no tiene presencia manufacturera en el país, lo que la expone más a las tarifas impuestas.
- Consideraciones de fábrica: Se contempló construir una planta en EE. UU. antes de la presidencia de Trump, pero finalmente se decidió optar por Eslovaquia.
- Costos: Establecer una nueva planta en EE. UU. requeriría más de $1,000 millones y tomaría al menos dos años, lo que dificultaría la competitividad de JLR en el mercado.
Las tarifas también afectan a la industria automotriz británica en general, que produce más de 905,000 vehículos al año, de los cuales uno de cada seis tiene como destino EE. UU.
Jaguar Land Rover ha pausado sus envíos a EE. UU. por un mes debido a las tarifas impuestas por el gobierno, lo que afecta gravemente sus ventas y plantea serios desafíos para su competitividad en el mercado. Además, esta situación impacta la economía automotriz británica en su conjunto.