El Range Rover eléctrico está casi listo para su lanzamiento. Aunque su transición a eléctrico es revolucionaria, su diseño permanece fiel a sus raíces. Müller asegura: “Range Rover no es solo un vehículo, es una marca. Cambiarlo drásticamente no tendría sentido. Es similar a la filosofía del Porsche 911”.
Al preguntársele si le preocupaba que el Range Rover eléctrico se asemejara tanto al modelo tradicional de combustión, Müller respondió: “La gente ama este coche tal como es. Innovar no significa alterar lo que ya es atemporal”.
En un panorama global diverso, algunos mercados adoptarán la electrificación más rápidamente que otros. Dubái y Brasil son ejemplos de lugares con ritmos diferentes de adaptación. Según Müller, estos coches preservan su esencia y se destacan de la competencia. Un Range Rover eléctrico ofrece una sensación de lujo y aislamiento única.
Müller subraya que la propulsión eléctrica sintoniza perfectamente con el lujo del Range Rover. Aunque es un entusiasta de los motores V8, reconoce que el Range Rover eléctrico ofrece una experiencia de conducción suave y precisa, ideal para un vehículo de lujo.
El Range Rover se transforma en un vehículo impulsado por software, lo que maximiza el uso de su avanzado hardware. Sin embargo, el software solo complementa, no arregla, un hardware deficiente. La discusión interna se centra en lo que un Range Rover debe y no debe ser.
Resumen: El Range Rover eléctrico representa una evolución que respeta su diseño icónico. Con un enfoque en lo esencial, combina la tradición con la vanguardia tecnológica, ofreciendo una experiencia de lujo incomparable. El futuro es eléctrico, pero con la esencia intacta de un Range Rover auténtico.