Tras años de buscar un Bentley tangible como el descrito en "Operación Trueno" —“el auto más egoísta de Inglaterra”—, Hunter decidió construirlo él mismo. Utilizó un Continental R-Type de 1953 y lo envió a Polonia, donde pasó siete años en metamorfosis. Lo que comenzó con una expectativa de 18 meses se extendió, pero valió la pena, cumpliendo un sueño de décadas de Hunter.
Fleming describió la parte trasera del Mk2 como “afilada y bastante fea”. Hunter, usando su creatividad, diseñó aletas traseras aerodinámicas. Quería construir algo que pudiera haber existido en los años 50, siendo fiel al material original. Este no es un Bentley común; está repleto de interruptores y gadgets espías, con un teléfono de un bombardero RAF de los años 50 conectado a un iPhone, interruptores etiquetados en la fuente Gill Sans y un compartimento secreto detrás de la parrilla del altavoz. Un cajón desplegable con los esenciales de Bond: una petaca, una taza y tabletas de Benzedrina, completa el diseño.
En el interior, Hunter buscó recrear la atmósfera de un club de caballeros con amplios sillones y un tablero de nogal americano. A pesar de que los Bentleys de esa época usaban cuero acanalado, Hunter bromea que “las flautas están bien, pero los diamantes son eternos”, y optó por asientos acolchados en forma de diamante.
Consultando a Bond como si fuera cliente de Mulliner, Hunter incorporó branquias en el capó al estilo del Bentley Blower. Imaginó a Bond conduciendo por el Reino Unido hacia el continente, por eso el auto tiene dos tapones de combustible. El diseño visible era crucial, pero también captar la experiencia de conducción: un motor Bentley S1 restaurado, un seis cilindros en línea de 4.9 litros, con una caja de cambios manual y, próximamente, un supercargador.
Aunque muchos guardan proyectos así, Hunter piensa usar su Locomotive como Bond lo haría. “Los autos son herramientas para la aventura, para disfrutar del mundo. Me encanta cuando un auto tiene historia. Quiero usar el Locomotive, no mimarlo”.
Resumen: Tony Hunter ha convertido el imaginario Bentley de James Bond de Ian Fleming en una realidad. Usando un Continental R-Type de 1953, ha creado el ‘Locomotive’, un auto lleno de gadgets y diseñado para ser disfrutado tal como Bond lo haría.