Los servicios conectados abarcan todo aquello que tu automóvil puede enviar y recibir a través de internet. Incluyen características como llamadas automáticas al 911 tras un accidente, asistencia en carretera, actualizaciones de software por medio de Over The Air (OTA), informes del estado del vehículo, puntos de acceso Wi-Fi y aplicaciones móviles para controlar algunas funciones del auto.
Estas funciones representan una gran fuente de ingresos para las marcas, ya que la mayoría requiere una suscripción pagada tras un período gratuito inicial. A medida que se añaden más servicios, las automotrices esperan generar miles de millones en suscripciones. No obstante, esto no garantiza soporte indefinido para los vehículos más antiguos.
El apagón del 3G ya ha comenzado a afectar a los autos equipados con estos modems, dado que las redes 3G en EE.UU. se apagaron en 2022 al migrar a tecnologías 4G, LTE y 5G. Aunque estaba fuera del control de los fabricantes, esto significó el corte de servicios conectados para esos vehículos. Algunos fabricantes ofrecieron reemplazar los modems 3G por modelos 4G, pero no era una obligación.
No solo la obsolescencia tecnológica es motivo de preocupación para los propietarios de modelos antiguos, también lo es la decisión de las automotrices de no soportar hardware y software obsoletos. Acura anunció que cortará los servicios AcuraLink a ciertos modelos a partir del 21 de julio de 2025. Esto afecta desde modelos 2014 con modems 3G hasta vehículos tan nuevos como los de 2022 con modems 4G. Se ofrecerán reembolsos prorrateados a los suscriptores afectados, aunque no hay planes ni se proporcionan razones para actualizar el hardware.
Aunque pueda parecer un mal servicio al cliente, legalmente no están obligados a continuar soportando modelos antiguos. Los términos de AcuraLink permiten terminar el servicio en cualquier momento y por cualquier motivo. Otras marcas como GM, Hyundai, Nissan y Toyota tienen disposiciones similares. Se ha consultado a las automotrices sobre cuánto tiempo soportarán los servicios en vehículos antiguos.
Aunque las telecomunicaciones quizás no puedan controlarse, los fabricantes sí podrían actualizar el software y hardware de modelos más antiguos. Tesla, por ejemplo, sigue apoyando su Model S original de 2012. Audi prometió en 2020 que sus computadoras de infoentretenimiento serían reemplazables para extender la vida útil de sus autos. Sin embargo, ya no se habla mucho de este tipo de compromisos.
Los dispositivos con chips eventualmente quedarán obsoletos, pero los autos en EE.UU. tienen una vida media de casi 13 años, que es considerablemente más que la de un teléfono. Muchas personas podrían verse afectadas si las marcas siguen el ejemplo de Acura. La industria automotriz es conocida por su "obsolescencia programada" para impulsar la venta de más vehículos. La presión de los clientes probablemente sea lo único que impida a una automotriz cortar los servicios conectados antes de que las redes móviles avancen nuevamente.
El artículo explora cómo las automotrices pueden cortar los servicios conectados de los vehículos, afectando tanto a modelos antiguos como a nuevos. Sin la obligación de ofrecer soporte continuo, los fabricantes pueden decidir cuándo desconectar estos servicios. Sin embargo, existen ejemplos como Tesla y Audi que demuestran que es posible actualizar el hardware y software, lo que plantea la cuestión de si los autos deberían ser diseñados para ser compatibles a largo plazo.
