En 2011, durante el 125 aniversario de Mercedes-Benz en Stuttgart, tuve mi primer encuentro con Mass. En un evento repleto de personalidades como Boris Becker y Angela Merkel, me acerqué para saludarlo. Su humor brilló al confundirme con un alemán debido a mi apellido. Nos reímos como lo haríamos en muchas ocasiones futuras.
Mass era embajador de la marca Mercedes, por lo que solíamos coincidir en eventos de prestigio como Pebble Beach y Goodwood. Su accesibilidad, a pesar de su estatus, siempre me sorprendió. Recuerdo una charla tras el estreno del filme Rush, donde narró una anécdota inolvidable sobre James Hunt para mis amigos. Sabía cómo conectar con su audiencia, siempre con el toque exacto que se esperaba de él.
Durante una cena con Mercedes, Mass habló sobre sus autos de carrera favoritos. Aunque mencionó varios, dejó a todos con ganas de más cuando recordó la emoción de conducir un Porsche 917 que derrapaba a 200 mph. Era un maestro en contar historias fascinantes.
Una ocasión especial se dio en Amelia Island, donde compartí mesa con Mass y su familia. Estaba tan interesado en escuchar sobre mi experiencia en el periodismo como en ser el centro de atención. Me di cuenta, años después, de que solo quería lo mejor para su hija: apoyarla era su prioridad.
Durante el Tour d’Elegance en Pebble Beach, tuve la suerte de seguir a Jochen y Sir Stirling Moss. La sensación de estar entre dos leyendas me invadió, pero Mass siempre lograba relajar los momentos con su humor único.
Una historia sobre Mass que resalta su grandeza ocurrió sin su presencia. Dan Neil nos relató cómo Mass sobrevivió 14 horas en el Atlántico tras un accidente en un vuelo en globo. Aparentemente real, lo confirmamos con su esposa Bettina: el incidente fue tan extraordinario como él.
Jochen Mass no solo dejó una huella en el automovilismo, sino también en quienes tuvimos la suerte de conocerle. Sus historias, siempre acompañadas de una sonrisa, siguen vivas entre nosotros. Su legado va más allá de las pistas: fue un maestro del humor y la humanidad.