- Seguridad Mejorada: Las baterías LMR son más seguras gracias a su alto contenido de manganeso, un elemento estable y económico que se ha estado utilizando desde el Chevy Volt.
- Aumentada Densidad Energética: Estas baterías poseen una densidad energética comparable a la de aquellas con alto contenido de níquel.
- Costo y Escalabilidad: Ofrecen un precio competitivo similar al de baterías con contenido medio de níquel, lo que facilita su producción a gran escala.
Charles Poon, jefe de ingeniería de propulsión electrificada de Ford, comentó en LinkedIn que no se trata solo de experimentos de laboratorio. Ford ya está trabajando para escalar la química de la célula LMR e integrarla en su futura línea de vehículos dentro de la década.
El equipo de Ford en Ion Park, Michigan, está actualmente produciendo la segunda generación de estas baterías en su línea piloto, acercando esta tecnología un paso más a su aplicación comercial.
Ford no está solo en esta carrera; otras compañías también exploran las posibilidades de las baterías LMR debido a su potencial para ofrecer hasta un 20% más de densidad energética.
Ford está trabajando activamente para traer baterías LMR más seguras, densas y asequibles a sus vehículos para 2030. Con ventajas significativas en seguridad y costos, estas baterías representan un futuro prometedor para la movilidad eléctrica y el compromiso de Ford con la innovación.