En China, las automotrices ya no pueden utilizar términos como "conducción automática", "conducción autónoma" o "conducción inteligente" en su publicidad. Ahora, deben describir las capacidades de sus sistemas de acuerdo con la clasificación SAE J3016, que va desde el Nivel 0, sin ninguna capacidad autónoma, hasta el Nivel 5, completamente autónomo. Estas clasificaciones se deben seguir estrictamente.
- Programas de Prueba: Los programas de pruebas beta en carretera requieren aprobación oficial, y se prohíben funciones sin supervisión del conductor, como el estacionamiento automatizado.
- Monitoreo del Conductor: Los sistemas deben detectar si las manos del conductor están fuera del volante. Si esto ocurre por más de 60 segundos, se deben implementar medidas de seguridad, como la reducción de velocidad o la activación de luces de emergencia.
- Actualizaciones del Sistema: Las actualizaciones de emergencia deben realizarse a través de un retiro del mercado y contar con la aprobación de los reguladores.
Estos cambios afectan a empresas como Xiaomi, cuya conducción asistida NOA estuvo involucrada en un accidente fatal, así como a otros líderes tecnológicos automotrices como Xpeng, Li Auto, Nio y Huawei. Tesla también se verá afectada, ya que ha promovido su "Full Self-Driving" como un sistema autónomo de Nivel 2.
En Auto Shanghai 2025, Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, resaltó la importancia de la claridad y transparencia en la comunicación sobre las capacidades tecnológicas. Afirmó que Mercedes fue el primer fabricante aprobado para pruebas de conducción autónoma Nivel 3 en Beijing.
China impone regulaciones para evitar reclamaciones engañosas sobre tecnologías de conducción autónoma, exigiendo el uso de clasificaciones estandarizadas y regulando estrictamente las pruebas y actualizaciones de sistemas. Esta medida busca mejorar la seguridad vial tras accidentes relacionados con tecnologías de asistencia al conductor.