Hace más de tres años, SR Autobodies desarmó mi R34 con el objetivo de restaurar su parte inferior. Sin embargo, al tratarse de un antiguo auto tuner japonés, surgieron complicaciones inesperadas. El reensamblaje sufrió retrasos mientras compilábamos las numerosas piezas necesarias, pero finalmente llegó una mejora crucial: la suspensión Nitron R3.
Actualizar la suspensión del GT-R era un objetivo pendiente. La cantidad de opciones de coilovers para autos japoneses antiguos puede ser abrumadora. Con el R34 superando los 25 años, encontrar opciones modernas de suspensión se tornó en un reto. La reputación de Nitron, conocida por eventos como la N24 en Alemania, destacaba, aunque la consideraba enfocada solo en autos de carreras europeos.
Para mi sorpresa, Nitron no solo está presente en Japón desde 2005, sino que desarrollaron kits para Skyline junto con Michael Krumm, campeón del GT500 con un Skyline en 2003. La colaboración con Krumm me brindó confianza absoluta.
- Ajustes Independientes:
- 16 clics para alta velocidad
- 26 clics para baja velocidad
- 24 clics de rebote
- Construcción Resistente: Utiliza aluminio anodizado y acero cromado.
- Opciones Adicionales: Servicio y reconstrucción interna disponibles.
El GT-R se acerca lentamente a su reensamblaje completo. A pesar del desafío con el motor del Pajero Evo, con las piezas necesarias presentes y Steve trabajando en los subframes, pronto volverá a ser un auto completo. La perspectiva de probar el GT-R una vez más es emocionante, aunque intimidante debido al costo implicado en su restauración.
Resumen: Este artículo narra la emocionante espera y las decisiones involucradas en la actualización de la suspensión de un R34 Skyline, resaltando la sorprendente elección de la marca Nitron y la promesa de un rendimiento superior tanto en carretera como en pista.