En 1961, una colaboración entre Ford y Carroll Shelby permitió la incorporación del motor Windsor V8. Así es como nació el Cobra, que evolucionó rápidamente desde los 4.3 litros hasta los impresionantes 7.0 litros del famoso motor 427. Shelby buscó llevar el Cobra a la competición, aunque su experiencia inicial fue complicada.
El Cobra era capaz de acelerar de 0 a 60 mph en apenas cuatro segundos. Se dice que Shelby desafiaba a sus pasajeros a recoger un billete de $50 que colocaba en el parabrisas mientras el automóvil se lanzaba.
Hoy en día, el Shelby CSX10000 es la versión contemporánea del clásico.
- Motor: V8 Coyote de 5.0 litros con 460 hp.
- Sonido: Un rugido que hipnotiza y resulta vital, capaz de girar cabezas a su paso.
El sistema de transmisión Tremec de seis velocidades ofrece precisión y deleite al volante, aunque el coche sigue siendo tosco y reacciona con temblores. Comparado con sus predecesores, este Cobra moderno mantiene su encanto, pero también su naturaleza primitiva.
El Cobra es una obra maestra del diseño y la potencia, pero su manejo puede resultar decepcionante. Es un coche que entusiasma tanto al oído como a la vista, aunque esto puede frustrar al conductor.
Resumen: El V8 Shelby Cobra es un símbolo de potencia y elegancia en el mundo automotriz, pero su conducción presenta desafíos significativos que equilibran su atractivo con una experiencia de manejo complicada.