El E30 M3 no es solo un auto, es historia. Su legado en motorsport es impresionante: fue el auto de turismo más exitoso hasta la fecha y, aunque ya no compite, su reputación perdura. Originalmente, se planeaba fabricar 5,000 unidades, pero la demanda superó las expectativas, alcanzando más de 15,000 entre 1983 y 1994.
- 12 variantes diferentes, desde el modelo estándar de 200 cv de 1986 hasta el exclusivo Evo III de 230 cv en 1990.
- 505 unidades del Evo II, un homenaje a pilotos legendarios como Johnny Cecotto y Roberto Ravaglia.
En este momento, uno de estos ejemplares está en mi garaje, y debo admitir que la experiencia de conducirlo fue abrumadora.
Al subirme, sentí una mezcla de emoción y nervios. El auto, que cuenta con volante a la izquierda y una caja de cambios de tipo dogleg, me retó. Aunque los 215 cv pueden parecer escasos hoy en día, el motor S14 es considerado uno de los mejores.
- Sensaciones al volante: Ligereza y visibilidad inigualables.
- Desafíos: La caja de cambios intrigante y la necesidad de exprimir el motor al límite para descubrir su verdadero potencial.
Curiosamente, al regresar a mi auto, no sentí la decepción que temía. A pesar de su leyenda, el E30 no me dejó tan impactado en comparación con mi motor de 2.5L mejorado.
La magia del E30 M3 radica en su chasis, equilibrio y dirección, elementos que cimentaron su reputación durante 36 años. Aunque BMW ha evolucionado hacia motores más potentes y tecnologías avanzadas, el verdadero camino de la leyenda se forja en las pistas.
Me fui con una sonrisa, satisfecho de haber recorrido la historia de los automóviles. Había cumplido un sueño, pero, curiosamente, no regresé a casa sintiendo que mi auto era menos que el E30. La necesidad de este clásico ha sido saciada, al menos por ahora.
Resumen: El BMW E30 M3 es un referente en la historia automotriz por su impresionante legado de competición. Aunque su conducción es emocionante, la comparación con modelos más nuevos revela que la experiencia puede ser menos impactante de lo esperado. Sin embargo, su chasis y reputación aseguran su lugar como un ícono atemporal.