- Acceso Complicado: Las puertas de ala de gaviota, que pesaban 41 kg, resultaban difíciles de manejar.
- Fallas Mecánicas: El cilindro hidráulico encargado del levantamiento solía fallar con frecuencia.
- Mejor Afuera que Adentro: Los fallos mecánicos dejaban a los propietarios atrapados fuera del vehículo, lo cual a menudo era preferible a permanecer dentro en caso de un vuelco.
- Una Silla Difícil de Alcanzar: Entrar y arrancar el SV-1 era una verdadera odisea.
- Fábrica Poco Convencional: La producción en New Brunswick, Canadá, carecía de la experiencia necesaria.
- Calidad Dudosa: Los paneles de fibra de vidrio tendían a deformarse, desalentando su uso en condiciones de lluvia.
- Faros Defectuosos: Las luces emergentes solían fallar, lo que dificultaba la conducción nocturna.
- Velocidad Reducida: Incluso en funcionamiento, el auto era complicado de acelerar lo suficiente como para enfrentar un choque grave.
A pesar de los planes para fabricar 12,000 unidades anualmente, menos de 3,000 fueron producidas antes de que la empresa entrara en quiebra. Esto resultó ser la mejor característica de seguridad: ¿qué automóvil puede considerarse más seguro que uno que no se puede comprar?
Resumen: El Bricklin SV-1, presentado como el coche más seguro, fracasó debido a múltiples problemas mecánicos y de producción. Su limitada producción, finalmente, se convirtió en la razón principal de su seguridad.