id Software se enfrenta al desafío de continuar con su legado con Doom: Las Edades Oscuras, un juego que redefine lo que significa ser un shooter. ¿Cómo lo logran? Uniendo lo medieval con la ciencia ficción, introduciendo un sistema de bloqueo y desvío al estilo Soulslike, y dándole al jugador un escudo en lugar de solo armas.
El juego se aleja de las mecánicas tradicionales y se adentra en territorios inexplorados:
- Bloqueos y Paradas: Detén a los enemigos y realiza ataques precisos.
- Ataques Cuerpo a Cuerpo: Recarga tu munición al eliminar demonios.
- Equipamiento Variado: Desde escudos lanzables hasta gigantes mechas.
Estas mecánicas requieren familiarizarse con ellas durante las primeras etapas del juego.
El juego ofrece una amplia gama de contextos, desde aldeas empedradas hasta campos de batalla futuristas. Sin embargo, la historia no es su punto fuerte, presentando personajes que parecen perdidos en su propio universo.
La constante introducción de nuevas armas y situaciones únicas, como montar torretas o cabalgar dragones, mantiene el juego fresco. Pero a veces, estas secciones distraen del núcleo del juego: dominar la rica variedad de herramientas disponibles.
El motor idTech 8 se luce, mostrando criaturas colosales y destrucción masiva. Sin embargo, la escala impresionante se pierde cuando entras en un mecha, eliminando la sensación de inmensidad al convertirse en un combate mano a mano.
Doom: Las Edades Oscuras es un shooter revolucionario y emocionante, repleto de ideas nuevas aunque no todas completamente necesarias. A pesar de sus desviaciones, brilla al ofrecer una calidad que cualquier amante de los juegos apreciará.
Resumen: Doom: Las Edades Oscuras trae innovaciones osadas al género shooter con su ambientación medieval y mecánicas complejas, aunque algunas secuencias pueden dispersar el enfoque del jugador de su atractivo principal.