- John Pearley Huffman trajo un clásico de 1995: el Chevrolet Corvette ZR1. Aunque hubo confusión sobre su motor V-8, casi se lleva el trofeo de no ser por inesperados precedentes del panel.
- Elana Scherr sorprendió con un Crosley Hotshot de 1950, con apenas 26 caballos de fuerza. Una elección inusual que redefine el término “deportivo”, aunque quizás solo por esta vez.
- Joey Capparella eligió un Mazda Miata nuevo, mostrando que a veces “Miata es siempre la respuesta”. Esta opción, aún en la sala de exhibición, permite ahorrar antes del inevitable regateo.
- Jonathon Ramsey se autoimpuso no elegir un Porsche, BMW M3 o Corvette, encontrando un Bentley Continental GT Speed que, aunque no es el clásico deportivo, hizo surgir nuevas definiciones.
- K.C. Colwell fue directo al grano con un impecable Porsche Boxster manual de seis velocidades. Un elegido obvio para los amantes de los autos clásicos.
- Tony Quiroga duplicó la apuesta con un Dodge Viper de 1994, generando debate sobre si realmente califica como deportivo o como auto en general.
A través de estas elecciones, se cuestionaron las definiciones de un deportivo, lo que llevó a una discusión sobre tracción y categorías de automóviles.
La búsqueda del mejor deportivo por $40,000 reunió una variedad de opciones, destacando diferentes enfoques y definiciones. Aunque la elección del auto perfecto sigue abierta, este reto demuestra que la idea de un deportivo varía según perspectivas y antecedentes.