Scud Race de Sega se presentó como una solución audaz. Aunque utilizaba autos del efímero BPR Global GT Series, como el McLaren F1 y el Ferrari F40, no se preocupó por recrear circuitos tradicionales como Silverstone o Monza. En su lugar, los jugadores se deslizaban por templos aztecas y majestuosos castillos alemanes. Si soñabas con dejar marcas de neumáticos sobre patrimonios de la humanidad, ¡este era tu juego!
Te preguntarás qué significa "Scud". Es un acrónimo de "Sport Car Ultimate Drive", aunque incluso la división americana de Sega recomendó cambiar el nombre a "Sega Super GT" para evitar asociaciones desafortunadas con los misiles Scud de la Guerra del Golfo.
Scud Race es uno de esos títulos arcade perdidos, ya que jamás fue convertido a sistemas domésticos. Se llegó a hablar de una versión para Dreamcast, pero nunca se concretó. Con su mezcla de licencias caducadas y marcas de lujo, es poco probable que regrese.
Sin embargo, su legado puede influir en el futuro de los videojuegos de carreras. ¡Esperamos ver pistas inspiradas en castillos bávaros en nuevas entregas de Fórmula Uno!
Resumen: Scud Race, un juego de arcade de 1996 de Sega, revolucionó la escena de carreras al ofrecer un entorno sin ataduras a circuitos reales. Aunque su juego no se ha llevado a consolas domésticas y su nombre ha pasado desapercibido, su legado sigue influenciando la creatividad en el mundo de los videojuegos automovilísticos.