Mazda ha invertido en una planta conjunta con Toyota en Alabama, donde produce el Mazda CX-50. Asimismo, cuenta con una planta en México que fabrica el Mazda 2 y el CX-3, aunque ambos modelos han dejado de venderse en EE. UU. La producción del CX-50 ha aumentado, gracias a un nuevo turno que amplía la capacidad a 150,000 unidades anuales sin incurrir en costos adicionales.
América del Norte es crucial para Mazda, algo que se refleja en el auge de las ventas gracias al tratado USMCA y las mejoras en la experiencia de venta. Aunque de menor tamaño en el mercado, Mazda ha visto un incremento del 50% en sus ventas desde 2020. En 2024, Mazda tuvo su mejor año en México, con casi 100,000 ventas.
Contando con suficiente inventario, Mazda evita apresurarse en sus decisiones. La evaluación de precios es compleja y el aumento de aranceles parece inevitable. Algunas responsabilidades recaerán sobre el consumidor, y Mazda está comprometida a mantener una oferta premium.
Mazda no aplicará una estrategia uniforme ante los aumentos de precios. Evaluará el mercado y las acciones de la competencia para definir su plan, esforzándose por proteger tanto la marca como a sus socios. Aunque cuenta con experiencia en mercados con tarifas, el impacto en EE. UU. requiere una atención especial.
El liderazgo de Mazda sigue examinando la situación de manera continua y confía en que, con una actitud positiva, la marca saldrá fortalecida de esta crisis.
Resumen: Mazda enfrenta un arancel del 25% a las importaciones en EE. UU. A pesar de lo complejo de la situación, la automotriz responde con reducción de costos, aumento de producción y una evaluación detallada de precios para mitigar el impacto, sin perder su posición en el mercado norteamericano.